El lugar donde vives no es aquella calle con numero 512 donde te deje la otra noche, ni siquiera entre esa oficina que te captura la mitad del día a cambio de café y donas. Tampoco vives en un cuento de hadas, monótono y simple, exacto para tu belleza, pero pobre para tus capacidades. No, ese lugar no es para ti.
Tu vives mejor en mi cabecita que te piensa y te extraña, que cuando esta aburrida te reconstruye solo para platicar contigo, para imaginar que el día es mejor a tu lado.
No vives en ese cuarto junto a tu familia deseada, si no en mis desvelos, en cada una de las ojeras y de las interminables platicas, cuando me dices lo que hiciste y yo te platico el fracaso de lo que no supe decir.
Miento si digo que eres la niña de mis ojos, por qué en realidad habitas en los parpados, que cuando los cierro te encuentro ahí , sacándo la lengua, sonriendo como quien no tiene otra preocupación que hacerme reír.
Tienes muchos escondites en mi vida, a veces el azúcar de mi café y el tiramisú, otras veces en el "Buenos días" del celular, o en medio de todo lo que me frustra, oyéndome silente mientras la rabia hace su trabajo, en el instante antes de que digas -Aquí estoy -.
Ayer te encontré en mis sueños, siendo como ninguno de los dos imaginamos que sería, (perdona si esta parte me la guardo, pero sí lo digo me daré cuenta que solo lo soñé), y ahí, en lo desconocido, estabas tú, y el "tú" en mi historia, es garantía de que no hay que tener miedo.
Vives aquí, conmigo, por cliché que se oiga esa frase, aquí estas en mi vida , y ninguno lo habíamos percibido, sin pagar renta y robándome sonrisas por oficio.... Bienvenida, y disculpa el tiradero.
Tu vives mejor en mi cabecita que te piensa y te extraña, que cuando esta aburrida te reconstruye solo para platicar contigo, para imaginar que el día es mejor a tu lado.
No vives en ese cuarto junto a tu familia deseada, si no en mis desvelos, en cada una de las ojeras y de las interminables platicas, cuando me dices lo que hiciste y yo te platico el fracaso de lo que no supe decir.
Miento si digo que eres la niña de mis ojos, por qué en realidad habitas en los parpados, que cuando los cierro te encuentro ahí , sacándo la lengua, sonriendo como quien no tiene otra preocupación que hacerme reír.
Tienes muchos escondites en mi vida, a veces el azúcar de mi café y el tiramisú, otras veces en el "Buenos días" del celular, o en medio de todo lo que me frustra, oyéndome silente mientras la rabia hace su trabajo, en el instante antes de que digas -Aquí estoy -.
Ayer te encontré en mis sueños, siendo como ninguno de los dos imaginamos que sería, (perdona si esta parte me la guardo, pero sí lo digo me daré cuenta que solo lo soñé), y ahí, en lo desconocido, estabas tú, y el "tú" en mi historia, es garantía de que no hay que tener miedo.
Vives aquí, conmigo, por cliché que se oiga esa frase, aquí estas en mi vida , y ninguno lo habíamos percibido, sin pagar renta y robándome sonrisas por oficio.... Bienvenida, y disculpa el tiradero.