domingo, febrero 27

Regresar.

Las cosas jamás suceden como las pensamos, tenemos más desarrollada la capacidad de "imaginar" que la de "accionar", y creemos que el tiempo pondrá todo en su sitio adecuado sin siquiera necesitar de nosotros.

Eso le ha pasado a mi pequeño blog.

Dejé de escribir sin razón alguna, y me prometí no volver a pararme frente a esta página si no era con la más grande de las historías. Pudiera mentir platicando de grandes viajes, o de cuentos escritos como "botellas al mar" en algún sitio. Pero no es cierto.

Uno nunca deja de escribir, sólo deja de plasmarlo en papel.

Sin ovación alguna, y con el texto más rápido que jamás haya escrito, aquí ando. Lo único nuevo que encontrara es que ahora caminaré por aquí en calzones, como quien se siente en su casa.

Pasé y disculpe el tiradero.