martes, agosto 31

Sálvame de los lunes.

No es que te extrañe todos los días, en realidad mucho tiempo ni siquiera te recuerdo, pudiera mentir y decirte que te entraño y te llevo a todo momento conmigo, pero no es así. Nunca me has sido necesaria para vivir, y es por eso que eres un lujo que aún no encuentro el momento para permitírmelo.

Te quiero de una manera distinta, pero te quiero. Tal vez sólo para salvarme del lunes que tanto repudio o para sanarme la rutina, el caso es que tu mano siempre me provoca, y tu voz diciendo "te quiero" me robara por siempre una sonrisa.

Existo, pero no te lo debo, lo descubro a tu lado, cuando el aliento lo sostengo deseando que fuera natural este suspiro. Hay latidos que deseo que te pertenezcan, pero en el instante que ponga algo de mí en ti, en ese momento, lo nuestro valdrá madres.

sábado, agosto 28

Héroes

No nací el día en que lloré por primera vez, nací el día que comencé a parecerme a lo que quiero ser.

Y es ahí donde comienza el capitulo más hermoso de mi vida. Ustedes.

No existe sitio en mi habitación que no huela a sus recuerdos, ni libros en mis estantes con las letras suficientes para escribir todos los sueños que ustedes tienen por delante, cada cicatriz de lo que hoy me hace fuerte la sané a su lado y las arrugas en mis mejillas es culpa de las carcajadas que me provocan a cada momento.

Las historias que he de contar a mis nietos seguramente tendrán sus nombres, cada héroe valeroso o princesa hermosa, un mago astuto o el amigo fiel, venciendo lo imposible, terminando las batallas heridos pero con una sonrisa, no habrá quien los detenga; dragones gigantes e incautos, paisajes desolados, demonios con inútiles artimañas, todo será vencido por ustedes. Mas vencer lo gigante no será su más grande acto heroico, sino vencer lo pequeño, la capacidad diaria de hacer lo ordinario extraordinario.

Ya veo a los pequeños con los ojos fijos al escuchar mis historias, con la boca inmóvil y entreabierta mientras yo con mis canas les sonrió y entre sorbo y sorbo de café les juro que esos Héroes sí existen, y cuando note en sus caras y sus juegos que sueñan a ser como ustedes, sabré que habrán heredado del abuelo, la eterna admiración por mis amigos.

Son la constante de mi vida y el deseo de un futuro compartido, pero hoy, hoy siento que son el mejor presente que Dios pudo obsequiarme.

No nací el día que llore por primera vez, sino el día que comencé a parecerme a lo que siempre desee, nací el día en que deje de vivir, y es Él quien vive en mí, el mismo que hoy nos reúne y me da vida para decirles:

Gracias eternas.

domingo, agosto 8

Solicito Abogado.

Encontré en una caja un papel firmado con tu nombre que decía: “Siempre estaré aquí para ti…”

La sonrisa se me dibujo al notar tres puntos suspensivos en el lugar donde debiste poner un punto final que concluyese esta historia, tres puntos que dejan algo abierto, algo por agregar, una palabra, un condicional, un juramento, o el inefable “Te Amo”.

¿Y si hoy me presentara a tu casa, con ese papel firmado por ti, como contrato pugnable, exigible a la brevedad, pidiendo sólo el pago a mi derecho a ser amado por ti?

En tu defensa puedes argumentar el vencimiento del contrato omitiendo la palabra “siempre”, puedes decir que está endosado a alguien que ya no existe porque desde que no estas tú no encuentras en mí mas que sombras y retazos del hombre que amaste, me pudiera perder a tu lado entre alegatos y tecnicismos, sólo para pasar tiempo junto a ti, inventaría algún pretexto que alargara el proceso, y al encontrar falta de juicio en mis fundamentos, se dictaminaría sentencia en mi contra: el exilio.

¿Quién diría que limpiar mi cuarto tiene consecuencias legales?.