miércoles, octubre 14

En esa esquina


Hace un año, nos toco despedirnos, tú, habías empacado sin avisar, y te ibas indefinidamente de mi vida, era tu bienestar contra mi dolor, y ninguno de los dos dudamos en elegir lo primero, ahí, me quede parado, en esa esquina, esperando, por que algo me decía que regresarías amigo.

Es en esta misma esquina, volvimos a coincidir, mi ego llego a decirme que yo era una importante razón por la cual regresabas, pero no, a mi ego se le había olvidado aquel que siempre fue la razón de todo, aquel que nos unió y nos regalo nuestra amistad, cuando volviste algunos argumentaban que fue por cobardía o costumbre, otros vieron nobleza en tu acto, yo creo más en aquella teoría que invente, en donde Dios, nos obsequio el capricho de volver a dividir el campo de batalla una ultima vez, compartiendo nuestros sueños, en el único sitio que conozco en donde siempre estas en el lugar y el tiempo correcto, donde la plenitud es alcanzable.

Lo siento, ahora fue mi turno, y sin avisar ( hasta pareciera que improvise en el acto) tuve que partir, tomar lo que quedaba de una larga aventura, e irme, por la razones que solo tú te has tomado el tiempo de escuchar, y tú, como fiel amigo, corriste tras el auto, levantaste la mano y me dijiste adiós, sin cuestionar por que me iba, sabias que si me lo pedías, por ti y nuestra amistad no me iría, pero esa nobleza tuya que siempre me permite cometer errores es gigantesca, tan enorme que te hizo quedarte, en esa misma esquina en la que aun me esperas y por la cual soy capaz de todo, fui capaz de todo.

En esa misma esquina que nos conocimos e hicimos promesas de eternidad; ahí, donde nada falta, ahí me esperas, mientras yo camino por la calle de la terquedad, esperando, vagamente, que esta calle no sea paralela a donde tú te encuentras.

P.s. Esta carta se retraso unas semanas,
pero ayer, mientras dormías,
entendí que en nuestra amistad,
no existen palabras tardías.

2 comentarios:

Alegría Buendía dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Anónimo dijo...

Sin embargo encontramos muchas esquinas mas para compartir nuestros sueños, tristezas, alegrías.... nuestra vida....