martes, diciembre 29

Desde donde nace la Fe

He de dejar a un lado la mordaza de las ultimas semanas, quiero desentumir los dedos, y volver a habituarlos a escribir.

Tú, mi gran amigo, me has llevado a esto (también).

¿Cómo puedes aparecer un día, con ese triste argumento de que te he olvidado? Eso no se hace a quien ha sido el impulsor de los proyectos mas extraordinarios de mi vida.

¿Recuerdas cuando te conocí? Estábamos comiendo y platicábamos cualquier cosa, yo te había buscado, por qué por ahí decían que tu tenias la respuesta a tantas cosas que me andaba preguntando, digamos que eras una leyenda, con tu amabilidad me diste tu numero, el cual memorice (y hoy, años después aun recuerdo) para luego llamarte, y quedar de vernos en ese lugar que por cabala no te gusta abrir la puerta, el postre estaba por llegar, cuando dijiste esas palabras que comenzaron mi "proceso".

-¿Quien eres?... y no volveré a hablar contigo, hasta que respondas eso de una manera inteligente.-

Veintisiete días tardé, en los cuales hice de todo, pregunte a los que me conocían, busque en mis cajones, ore hasta el cansancio, e inclusive, escribí.

Nunca te he confesado esto, pero tu me hiciste escribir, con todos los beneficios y culpas que de esto debe nacer, tu iniciaste esta manía que hoy no puedo detener. El resto de mis defectos, te los he contado hasta el cansancio (tu cansancio, por que parece que yo me aferro a seguir conservándolos)-

Veintisiete días, cuando decidí que no tendría respuesta digna, que tendría que verte y decirte que estaba lejos de saber quien (o que) era, que tal vez aun era un niño y te había buscado solo por llamar la atención de esa persona que venia siendo importante para muchos, tendría que llegar a ti con la derrota como resultado, y la disculpa por haberte hecho perder tu tiempo.

-No se quien soy-
-Esa es la respuesta correcta-

No se por que cuando recuerdo nuestros diálogos suenan como libro de autosuperación, pero doy fe de dos cosas; la primera, es que son totalmente verídicos, y la segunda, que en su momento se oyeron bien.

Y con palabras como "futuro", "procesos", "vocación" como pretexto, te conocí. Te conocí a ti. La única persona que puedo definir como superhéroe, y que me has dado por regalo algo que pocos otorgan.

La Fe.

P.s. ¿Y a que viene todo esto?,
simple, el día que te volví a encontrar,
en el momento en que mis piernas temblaban y quería salir corriendo,
tu cara entre la multitud con esa sonrisa de alguien que esta orgulloso
me recordó que siempre estarás ahí para creer en mi,
un simple loco.
P.s.2 Sí tan solo pudiera explicarles como lo haces tú,
que este mundo pertenece a nosotros, los locos.

1 comentario:

Scarlett dijo...

Eres afortunado de encontrar a alguien digno de llamar superhéroe, me alegra que esta persona te de ese regalo que cuesta tanto trabajo en conseguir y es bastante difícil de mantener, sobre todo que te de aliento para realizar tus metas y todo lo que te propones.

Como siempre es un placer leer tus palabras y pensamientos. Gracias por expresarlos.