jueves, enero 29

Tiempo de desempolvar

¿Que si que ha sido de Mi Muñeca Fea?


La he dejado guardada en un rincón de mi vida, la rutina y otros demonios me han dejado sin espacio para pensar en historias extraordinarias y llenas de ilusiones, y poco a poco la fui arrinconando y ahí se ha quedado ella, silente, con sus pecas en perfecta asimetría, sola, esperando a que en algún momento hiciera limpieza mental para desempolvarla junto con todas sus esperanzas y manías.

Y hoy, al comenzar a sacar esa basura rutinaria, esas situaciones que consideraba importantes y hoy son basura, desechando todos los sueños despiertos de las últimas semanas, la encuentro a Ella en primera fila, deseando que la escuche, que no la olvide como tantos lo han hecho.

No, lo Juro que No.

Tu historia es tan especial para mí, que no logro darle orden a la manera de contarlo, a veces quisiera escribir la fuerza de tu nombre, sin llamarte de una manera tan general como Ella o Mi Muñeca Fea, quisiera poder no limitarte las ganas de vivir, y escribir finales felices y personas que verdaderamente mereces en tu historia.

Pero no me es posible, lo siento, y lo que es peor, ni siquiera tengo como justificar mi mal accionar, solo la certeza de que tengo una inclinación no voluntaria a fallarte de una manera más honda en cada intento por mejorar tu vida.


¿Que importancia tendría escribir tu historia en orden cronológico cuando todos los personajes terminan siendo fatales al final? Cada uno de los hombres de tu vida es tan distinto al anterior, tan disímil al siguiente, que la única constante en ellos es el hecho de que son unos patanes, todos notan la obviedad de tu belleza física, pero ninguno se ha detenido jamás a observar jamás tus ojitos clamando un héroe, esos ojos que revelan unas ansias atrasadas por amar, esos ojitos que se hacen agua en el instante en que aquellos que quieres se van, y se llenan de ilusión cuando aquel que tu no llamas regresa solo para alterar tu vida.


Lo de las ganas de escribir tu nombre se me quita al notar que tu nombre es usual y tu tan distante a lo ordinario, además al final cualquier nombre de "más guapa que cualquiera" de Sabina seria ideal para designarte en un cuento tan lleno de ironías como el tuyo.

Lo menos que he podido hacer para desempolvar tu historia, es escribir estas fatídicas letras sin ningún objetivo más que la promesa de no volver a dejarte olvidada nunca más.

P.S. Mi Muñeca Fea... Quisiera escribir "... y vivió feliz para siempre" pero ese no es el final que te corresponde, y aunque los cuentos de hadas nos digan que ese es el final perfecto, te mienten, el tuyo será mas increíble, aun con mas magia, algo digno de ti.

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