viernes, octubre 2

Día soleado (titulo totalmente personal)

Esta vez, yo quería quererla querer, y ella no...

No, jamás me conociste, ni siquiera lo intentaste, si fuera así, esta historia seria diferente.

No, ya no, lo siento, a veces el tiempo se agota, y hay que saber perder, recoger la ropa y caminar con la incertidumbre de no saber que habrá detrás de esa puerta, pero a sabiendas de que de este lado, no hay nada que rescatar.

Tu pierdes más, yo me llevo todas tus sonrisas y el cansancio de haberlo intentado, de saber agotados los recursos, y no es que yo sea alguien extraordinario, en realidad te encontraras cosas mejor cuando me vaya, pero mi arrojo es por la seguridad de que si arriesgabas un poco mas, sabrías todo lo que te podía querer, todo lo que te me antojabas.

Estas malditas ganas de dormir a tu lado, y otras tantas de verte al despertar, estas malditas ganas de todo lo que sucediera entre esos dos verbos.

Tanto por romper, por arriesgar, por disfrutar, pero, ¿que se le va a hacer?, si no logre vencer el mounstro debajo de la cama, menos podría con esa fobia tuya de enamorarte. Por supuesto que sé que te importaba, esos mensajes llenos de sentimientos encontrados no se le mandan a aquel que nos es indiferente, te importaba, lo supe cuando pedías disculpas sin razón, cuando no soportabas sin saber de mi, te importaba tanto, que te dio miedo el descuidarte, olvidarte de ti, y ahí, ahí justamente valimos madre.

¿Que si merecíamos una oportunidad?, eso es lo que nunca entendí de ti, el cielo te lo grito y yo lo susurre a tu oído, te lo tatué en el cuello, y ahí se te acabaron las excusas, nos pertenecíamos y lo sabias, pero te fue mas fácil huir, conciente de tu culpabilidad, te me escondiste entre la rutina, sabiendo que ese es terreno prohibido para mi (inclusive más prohibido que tu misma)

Gracias, por que al decirte adiós, me despido también de esa manía por encontrarte en todos lados, me regalo el disfrutar de esos detalles sin tener que hacer referencia hacia ti, de olvidar tu nombre en mi vocabulario, de tener otro placer mas allá que tu felicidad. Gracias.

No, no te enamoraste, no te regalaste la oportunidad de tratar, apenas una ilusión, un momento, una pensamiento a futuro, eso te basto, pero a mi no.

Yo, por más muñeca y princesa que seas, contigo no juego.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

me gusta alucinar que tus palabras son dirigidas a mí. te imagino como el lado obscuro de mi hombre imposible, del cual estaré eternamente enamorada... me mueves cañon

Alegría Buendía dijo...

Uy! Tienes fans :D

Es .. no encuentro la palabra que englobe el sentimiento, cuando te das cuenta de que por fin puedes decir adiós.

Y las princesas suelen no querer ser muñecas, suelen pretender q los demás son sus muñecos. Por eso no intentes jugar con una q siempre te saldrá el tiro por la culata.

El mismo principio aplica a hombres.. ¿se nota mi desencanto?( no a tu post el cual me gustó, sino al juego del querer) . En fin. Saludos!